Bajar el sueldo a todos los trabajadores. Y en esta afirmación entran los de cualquier empresa. Es la medida que están negociando la patronal y los sindicatos como una posible alternativa a la más que previsible ola de despidos tras el fin de los ERTE.
Congelar el salario de los empleados, dejando de lado la subida prometida en este año, es el eje sobre el que giran estas negociaciones. Poco o nada se podía sospechar de la llegada de esta pandemia mundial cuando, hace un año, se planteaba un aumento progresivo de la nómina.
Según informa El Confidencial, este reajuste salarial a los empleados se haría de manera progresiva durante los próximos tres años. Aunque CEOE y sindicatos ya están estudiando el tema, ninguno de ellos ha querido pronunciarse aún sobre una medida de recorte en los sueldos que promete ser impopular.
Ya en su día, la ministra de Trabajo Yolanda Díaz pedía tranquilidad, al mismo tiempo que prometía subir el Salario Mínimo Interprofesional a 1.200 euros en tres años.
Tal y como resalta este medio de comunicación online, al principio la medida contó con la oposición de los sindicatos que al final la han aceptado siempre y cuando sea moderada y comience a partir del año 2022, dejando a un lado estos dos últimos (2020 y 2021, afectados en la economía por la crisis covid).
Las subidas de salario parecen imposibles
Subir el sueldo en estos momentos es una utopía. Ni las empresas (patronal) ni los agentes sociales (sindicatos y representantes de los trabajadores) están por la labor. El motivo no es otro que el de prevenir despidos. Una oleada de contratos de trabajo rescindidos supondría un auténtico problema para el crecimiento económico del país.
Precisamente es la patronal quien ha ejercido de portavoz en este tema. Habría que eliminar por completo la opción de subir sueldos porque esto provocaría un efecto dominó que repercutirá en los despidos.
La CEOE apunta en el eje de las negociaciones, que quedan cosas pendientes de cumplir, derivadas de decisiones tomadas en anteriores encuentros, como la subida del sueldo mínimo a 1.000 euros, que serían 1.200 según la ministra en tres años.
La llegada del coronavirus ha hecho que se detengan muchas de estas negociaciones. ¿Por qué? Porque los salarios han subido, sí, pero no tanto como cabía esperar tras la llegada de la pandemia.
Los últimos datos del paro hablan de una ligera recuperación con más presencia del contrato fijo, pero sin dejar de lado la situación excepcional de pandemia en la que está inmerso el país.
Ejemplo de esto son las subidas de sueldo en las que se estaba trabajando, de un 1,58% bastante lejanas a las del 1,96% que se firmaron en 2020.
La reducción de salario ya es una realidad, y en muchos puestos de trabajo, los representantes legales de los empleados han tenido que aceptarlo.
Subida del Salario Mínimo Interprofesional
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, aseguró que se prevé un aumento del SMI a 1.200 euros en tres años. Actualmente es de 950 euros. Esta postura tampoco convenció en su momento al presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, quien pedía apostar por la creación de empleo. Ahora, con la puesta en marcha de las nuevas negociaciones por la prórroga de los ERTE, ya sean por razones técnicas, organizativas y de producción como de fuerza mayor, la intención es la de evitar despidos.
En estos momentos, por tanto, de lo que se habla es de congelar el sueldo actual hasta que la normalidad vuelva a la economía española.
La Confederación Española de Organizaciones Empresariales propone esta medida como una manera de conceder una tregua a las empresas afectadas por la crisis del covid, como es el caso de la hostería, las pymes y demás negocios que vieron cómo las restricciones de horario bajaban también su nivel adquisitivo.
Y, por si esto fuera poco, también entra en escena la Agencia Tributaria, que arranca un impuesto del 15% para sociedades, exclusivo para las grandes empresas.
¿Cuándo te pueden bajar el sueldo?
La empresa puede decidir pagar menos a los trabajadores siempre que aleguen problemas económicos, técnicos, de organización y de producción. Pero no es tan sencillo, ya que los jefes tendrán que justificarlo con cambios en el contrato de trabajo siempre y cuando estén comprendidos en el Estatuto de los Trabajadores.
No podrá ser menor del Salario Mínimo Interprofesional (950 euros) y en el caso de optar por el despido, tendrán que contemplar el derecho a una indemnización.
Cuando esto sucede, el empleado tendrá que aceptar la bajada de sueldo, lo que supone una modificación sustancial de la relación laboral, o tener en cuenta las formas legales a la hora de denunciar en un juzgado de lo social.
Si el trabajador dice que no quiere la bajada de sueldo, tendrá que terminar el contrato de trabajo de manera precipitada igualmente, pero en este caso le corresponden 20 días por año trabajado y tendrá derecho a cobrar la prestación por desempleo del SEPE.
Cada puesto de trabajo tiene su propio convenio colectivo, que será el documento a consultar en cada momento.
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