Un recepcionista de hotel salva a un bebé en un parto prematuro durante el apagón: “el niño estaba morado, sin signos de vida”

El apagón de este lunes 28 de abril, además de horas sin luz, conexiones a internet fallidas y pérdidas en muchas empresas, ha dejado algunas historias increíbles. Entre ellas una que no se le olvidará nunca al recepcionista de un hotel en Torremolinos, Málaga, que se vio obligado a intervenir en un parto repentino y cuya actuación fue clave para salvar la vida del pequeño. 

Según se ha recogido en Europa Press, la madre era una mujer británica que se encontraba alojada en el hotel, y aunque estaba de 7 meses, rompió aguas de forma prematura en pleno apagón a las 2:30 horas. Sin tiempo para llegar al hospital, dio a luz en plena recepción. El bebé nació sin signos vitales, lo que llevó al trabajador a iniciar maniobras de reanimación hasta la llegada de los servicios sanitarios.

Su reacción fue vital para salvar al bebé hasta que llegaron los servicios sanitarios

Según las propias declaraciones del empleado del hotel, esa noche, pese al apagón, su turno transcurría con normalidad, hasta que un huésped bajó a la recepción pidiendo ayuda para su pareja, que sufría fuertes dolores abdominales.

En un primer momento, llamó a un taxi, pero al ver bajar a la joven embarazada y ver el estado en el que se encontraba, optó por llamar a los servicios de emergencia, pero el bebé nació antes de que estos llegaran mientras indicaciones del 061, y lo hizo sin respiración ni pulso aparente.

“El niño estaba morado, sin signos de vida. Le hice RCP con tres dedos porque era minúsculo”, explicó el trabajador, que lleva poco tiempo como empleado del hotel, apenas un mes. Según el mismo cuenta, tuvo que aplicar la respiración boca a boca y hacer un masaje cardiaco hasta que el pequeño reaccionó.

Una vez que llegaron los servicios sanitarios para atender al recién nacido, fue trasladado en estado crítico al Hospital Materno Infantil de Málaga, donde fue estabilizado, y tras sus primeras horas de vida mostraba una evolución favorable. 

El recepcionista confiesa que tras el episodio vivido en el que actuó por instinto para salvar una vida se derrumbó emocionalmente, “fue como estar en una película. Es algo que ves en el cine, pero que nunca esperas vivir”, declaró, “puse el piloto automático, era una vida humana que había que salvar”.