
El Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) dentro de su sistema de prestaciones cuenta con dos grandes grupos, las pensiones contributivas y no contributivas. Dentro de las contributivas, la de jubilación es aquella por la que todo trabajador cobra de manera vitalicia una vez llegado el final de su vida laboral.
Para acceder a este tipo de pensión es necesario que el trabajador tenga cotizados como mínimo 15 años. En el caso de no contar con este mínimo, el sistema de pensiones del gobierno de España no dejará desamparado al trabajador y ofrecerá la posibilidad de acogerse a la pensión no contributiva.
Ahora bien, no solo valdrá tener 15 años cotizados para acceder a la pensión contributiva de jubilación. En el caso que se quiera cobrar el 100 % es necesario que el trabajador/a cuente con 36 años cotizados o tener 65 años de edad y 37 años y 6 meses de cotización. Estas cuantías son para 2022 y tras la aprobación de la reforma de las pensiones.
En el caso de no llegar a estos límites, se percibirá una pensión menor. En estos casos, la Tesorería General de la Seguridad Social cuenta con diferentes fórmulas para incrementar aún más la nómina de nuestra pensión.
Cómo aumentar la pensión de jubilación
La Seguridad Social ofrece a los pensionistas diferentes fórmulas para que, en el caso de no cobrar ese 100 % puedan aumentar la pensión que cobran todos los meses.
Jubilación flexible
Este método contemplado por la Seguridad Social permite al jubilado compatibilizar la jubilación con un trabajado a tiempo parcial. De esta forma se seguirá cotizando y una vez finalice ese periodo se recalculará la pensión.
Aquellas personas que se acojan a esta modalidad deben saber que solo es posible trabajar como empleado a media jornada o un máximo del 75 % de la misma. Mientras se esté en jubilación flexible se cobrará el 50 % de la cuantía de la pensión o la parte proporcional a la que esté trabajando.
Retrasar la edad de jubilación
Otra de las maneras de conseguir una mayor pensión es retrasar la edad de retiro de un trabajo. A más años, mayores cotizaciones por lo que la nómina de la pensión se vería incrementada.
Eso sí, hay que tener en cuenta cuál es el mejor momento para jubilarse y optimizar el cobro de la pensión. No por retrasarlo más siempre es más beneficioso.
El convenio especial con la Seguridad Social
Es un acuerdo entre el INSS y la persona trabajadora por la que, este sigue pagando las cuotas de la Seguridad Social y así, poder tener derechos a solicitar prestaciones y pensiones.
De forma que un trabajador/a que le falte unos años de cotización podrá afrontar el pago de esta cuota para así conseguir una pensión más positiva. Cómo requisitos de este convenio se exige cotizar un mínimo de 1.080 días durante los 12 años anteriores a la solicitud de la pensión de jubilación.
La integración de lagunas de cotización
En muchas ocasiones y bien sea por cuenta ajena o por cuenta propia la persona trabajadora no ha cotizado a la Seguridad Social. Es decir, que ha estado sin estar de alta y sin cotizar.
Esta ayuda permite poder declarar por la base de cotización mínima aquellas lagunas en la vida laboral de trabajador. De esta manera se podrá conseguir declarar aquellos meses en los que no se estuvo dado de alta y aumentar la pensión de jubilación.
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