Una cajera de supermercado, sorprendida con su pensión después de trabajar 40 años y cobrar 2.000 euros al mes de sueldo: "no lo puedo creer"

Una mujer que trabajó durante 40 años como cajera de un supermercado se llevó una desagradable sorpresa al alcanzar la edad de jubilación. Después de cobrar un sueldo de 2.000 euros al mes con dos pagas extraordinarias, Martine se ha encontrado una prestación de la Seguridad Social francesa de menos de 800 euros. 

En el diario holandés Perfolax, la ex empleada explica que “nunca me he tomado vacaciones largas ni periodos de descanso, ni siquiera para poder criar a mis hijos”. En Francia, el sistema de pensiones funciona de una forma diferente a la española, y la mujer ha comenzado una intensa búsqueda de empleo para conseguir un dinero extra con el que completar la cuantía de su pensión.

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Como ha manifestado en el medio citado, con lo que está cobrando no puede cubrir sus necesidades básicas, y mucho menos ahora, con el coste de la vida disparado. En Francia, los pensionistas viven una situación complicada porque, como ya se ha visto en otras ocasiones, trabajar durante muchos años no garantiza tener una pensión digna.

Una pensión de jubilación que depende de los años cotizados

La pensión de jubilación en Francia se calcula, como en España, atendiendo a factores como los años de cotización. Ahora bien, en el país vecino también se tiene en cuenta el sueldo medio de los momentos más productivos, los periodos en los que el trabajador ha estado cobrando la prestación o el subsidio por desempleo e incluso los momentos en que no ha acudido a trabajar por estar de baja médica. 

Por eso, para aquellas personas que han trabajado cobrando un sueldo medio, con el que no han despuntado, o que han tenido pequeños ‘parones’ en su vida laboral, al final el cómputo de la pensión les sale más bajo.

Con una jubilación así, las necesidades más básicas quedan al descubierto por lo que muchos pensionistas deben plantearse regresar al mercado laboral. En el caso de esta cajera de supermercado, la pensión que le queda si se compara con el sueldo que ha estado cobrando, es irrisoria.

“No podía estar sin hacer nada”

La cajera ha explicado que, dada su situación ha tenido que regresar al mercado laboral. “No podía permitirme estar sin hacer nada”, ha dicho. Y como ella, cada vez hay más personas en Francia que vuelven a firmar un contrato de trabajo porque no tienen suficiente dinero para cubrir sus gastos básicos.

En el país vecino, hay muchos expertos que ya están recomendando otras alternativas como los planes de pensiones o los programas complementarios de ahorro. Aunque estas dos opciones son válidas no están al alcance de todos porque es necesario tener una cantidad de ingresos que permita hacer un aparte para poder tener luego en la vejez.

Simular la pensión de jubilación mientras se está trabajando

Los expertos recomiendan que, para no llevarse sorpresas desagradables como le ha pasado a Martine, se simule la futura pensión durante la vida activa del trabajador. Gracias a esto, se podrán planificar los ahorros en consecuencia.

Además, sugieren como una buena opción la de darse de alta como trabajador autónomo, porque es una situación gracias a la que los franceses no corren “demasiados riesgos ni tienen que hacer grandes inversiones”.

Para solucionarlo, de todos modos, aseguran a Perfolax que lo mejor es comenzar desde la escuela con asignaturas de educación financiera y economía básica. Así, “se permitirá una proyección hacia el futuro”.